De entrada, porque sobran los motivos para quererlo: es fácil de usar pero hace cosas increíbles, es fino y ligero pero tiene un montón de prestaciones, y hace de todo sin complicarte para nada. No digas que no es un buen partido.
En la pantalla Retina del iPad todo se ve a las mil maravillas. Los textos son supernítidos, los colores brillan con luz propia y las fotos y vídeos tienen una definición asombrosa. Todo gracias a sus 3,1 millones de píxeles, un millón más que en un televisor HD.
El nuevo chip A6X del iPad es hasta el doble de rápido que el chip A5 de la generación anterior y duplica la velocidad de los gráficos sin afectar a la autonomía. Y vaya si se nota: incluso en las apps más avanzadas y exigentes el funcionamiento es increíblemente fluido.
Las apps para el iPad son únicas porque están diseñadas específicamente para el iPad. Y hay más de 375.000 disponibles, de casi cualquier tema. Para entretenerte de camino al trabajo, hacer presentaciones que quiten el hipo, dar clases más interesantes o mil cosas más.
La conexión Wi-Fi del nuevo iPad con pantalla Retina es el doble de rápida que en el modelo anterior. Además puedes acceder a más redes móviles en todo el mundo a velocidad de vértigo.
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