Un grupo de científicos del Instituto de Tecnología de Georgia, EE.UU., descubre que miles de millones de bacterias viven a varios kilómetros de altura de la superficie de la Tierra y podrían desempeñar un papel importante en el clima global.
Después de analizar unas muestras recogidas por un avión de la NASA a unos 9 kilómetros de altura sobre la Tierra, un lugar poco propicio para la vida a causa del frío, la sequedad y la gran cantidad de luz ultravioleta, se descubrió que el 20% de las partículas que los investigadores consideraban polvo en realidad son células de hongos y bacterias.
Entre ellas encontraron la 'Escherichia coli', una enterobacteria que se encuentra generalmente en los intestinos animales, y estreptococos, un tipo de bacteria que puede crecer y metabolizar tanto en presencia como en ausencia de oxígeno.
Los científicos aún desconocen el papel de estos microorganismos en la troposfera (entre 8 y 15 kilómetros de altura). Según el microbiólogo Kostas Konstantinidis, podrían ser responsables del reciclaje de nutrientes, tal como hacen en la Tierra, o podrían influir en patrones climáticos, ayudando a formar las nubes. Sin embargo, también podrían contribuir a la propagación de enfermedades.
Por ejemplo, algunas bacterias, como la 'Escherichia coli', podrían ser llevadas a la atmósfera desde alguna ciudad por algún huracán para luego descender nuevamente a la Tierra a kilómetros de su lugar de origen. Sin embargo, la gran mayoría de los organismos hallados son inofensivos, subrayan los investigadores.
Por otro lado, Ann Womack, ecóloga microbiana de la Universidad de Oregón, cree que el estudio de estos compuestos bacterianos permitirá a los científicos luchar contra el cambio climático utilizando la acción de las bacterias para descomponer los gases de efecto invernadero en otros menos dañinos.
Después de analizar unas muestras recogidas por un avión de la NASA a unos 9 kilómetros de altura sobre la Tierra, un lugar poco propicio para la vida a causa del frío, la sequedad y la gran cantidad de luz ultravioleta, se descubrió que el 20% de las partículas que los investigadores consideraban polvo en realidad son células de hongos y bacterias.
Entre ellas encontraron la 'Escherichia coli', una enterobacteria que se encuentra generalmente en los intestinos animales, y estreptococos, un tipo de bacteria que puede crecer y metabolizar tanto en presencia como en ausencia de oxígeno.
Los científicos aún desconocen el papel de estos microorganismos en la troposfera (entre 8 y 15 kilómetros de altura). Según el microbiólogo Kostas Konstantinidis, podrían ser responsables del reciclaje de nutrientes, tal como hacen en la Tierra, o podrían influir en patrones climáticos, ayudando a formar las nubes. Sin embargo, también podrían contribuir a la propagación de enfermedades.
Por ejemplo, algunas bacterias, como la 'Escherichia coli', podrían ser llevadas a la atmósfera desde alguna ciudad por algún huracán para luego descender nuevamente a la Tierra a kilómetros de su lugar de origen. Sin embargo, la gran mayoría de los organismos hallados son inofensivos, subrayan los investigadores.
Por otro lado, Ann Womack, ecóloga microbiana de la Universidad de Oregón, cree que el estudio de estos compuestos bacterianos permitirá a los científicos luchar contra el cambio climático utilizando la acción de las bacterias para descomponer los gases de efecto invernadero en otros menos dañinos.
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